Mantener y conservar los alimentos en las condiciones de frío adecuadas, resulta fundamental para reducir el riesgo de proliferación de bacterias patógenas.
En general, los productos cárnicos son delicados, y en la comercialización, el régimen de refrigeración es mucho más corta. Lo más usual de conservación y de transporte es en medias canales, también se hace deshuesada o troceada, requiriendo un cuidado especial y extremo cuando esta picada.